Por Maulina
2023-11-02
Cardumen: Conjunto de peces que nadan juntos de manera coordinada siguiendo una misma dirección.
Testimoniar sobre mujeres que crean en el mismo espacio-tiempo en el que habito, es un ejercicio tan deseado como inabarcable. Tengo la impresión de que hablar de los aportes de mis contemporáneas, será intentar observar y conservar sus huellas al tiempo en que caminamos, o fotografiar una imagen en movimiento; para extraer de allí su verdad.
Sin embargo, con propiedad, hay unas cuantas aproximaciones a esa verdad en el relato de Maulina, la comunidad fotográfica que me ha confiado este texto; que me parece adecuado compartir.
Hace un par de años cruzamos caminos en un proyecto que denominamos Laboratorio de Narrativas Visuales Contemporáneas. Con rapidez y claridad, este conjunto de mujeres dedicadas a la fotografía moduló un programa de construcción colaborativa e intercambio de saberes con el propósito de posibilitar la experimentación en torno a lenguajes fotográficos contemporáneos. Era, en resumen, una experiencia para compartir con otras y otros, aficionados a la tarea de fotografiar; sus aproximaciones individuales sobre las que prevalecía, casi imperceptible pero absoluto, el espíritu de equipo.
Se movían como peces en el agua, un cardumen coordinado, cómodo, sincronizado. En su quehacer, la reflexión respecto de la producción de contenidos a partir de la fotografía era un eje central. Organizadas en temáticas sobre bio-contemplación, iconografía, memes, fotografía expandida, y fanzine, en términos generales; cada una con un sello, concentraba la atención en su propia búsqueda del quehacer artístico y en la posibilidad de ampliarlo hacia los demás. Ampliar la comunidad. Impulsar, sin miedo ni celos, la reciprocidad.
Esta característica de Maulina es la primera, o la más importante, que viene a mi cabeza al pensar qué decir sobre ellas. Es un rasgo que las define, aunque no esté plasmado en ninguna de las categorizaciones que ellas mismas atribuyen a su colectividad. Eso lo comprendí después, cuando pude conocer una parte de su organización interna.
Decisiones a “Lo Beatles”
Alguna vez, probablemente en algún documental, oí que para tomar decisiones; John, Paul, George y Ringo -Los Beatles- tenían que estar de acuerdo en forma unánime sobre el asunto en discusión. Bastaba con uno que no lo estuviera, para declinar cualquier oferta. Recuerdo haber reparado en ese rasgo de la banda y en el poderoso sentido de la colectividad. No había tiempo de negociar; si no hay pasión, la página da la vuelta.
Afortunadamente, este rasgo “A Lo Beatles”, vino a mi recuerdo cuando lo reconocí en este equipo de mujeres fotógrafas. Una cultura de acuerdos que, de seguro, ha sido clave de su resistencia y quizás también de su disciplina. Distanciadas geográficamente, cada una de ellas se las arregla para asistir puntualmente a las reuniones online que, en más de una oportunidad, han servido para organizar y tomar acuerdos sobre alguna acción a desarrollar. Las veo en pequeños compartimentos en el zoom de mi ordenador y una sensación grata que no puedo definir muy bien, pero una mezcla de satisfacción y confianza; se deposita en mí. Siempre atentas, con respuestas ágiles y con cordialidad. Tres características que, juntas, se ven cada día menos en el “campo artístico”.
“Somos un grupo de mujeres que creemos en nuestra mirada, en nuestro trabajo y en lo que podemos lograr unidas”, dicen en su declaración de principios. Y agregan: “Sin jerarquía”. María Constanza Avello, Camila Bastías, Francisca Burgos, Valeria Flores, Gabriela Paz, Tania Ramírez y Marcela Valdés. Linares, Talca, Huilliborgoa, Constitución, Linares y San Clemente.
La representación, el género y el territorio
Es temprano, aún es invierno y comenzamos la reunión virtual. Tengo muchas preguntas para este colectivo artístico que acepta amablemente reunirse para, como es habitual, tomar decisiones en conjunto.
Se conocieron a partir de una invitación de la Revista Endémica que las convocaba para un ciclo de fotografía. Fue la arquitecta Marcela Valdés, quien invitara a otras 9 fotógrafas para un proyecto puntual de tres meses. “Algunas se quedaron, hasta el día de hoy, orgánicamente y en forma autogestionada; personas unidas por interés personal de compartir lo que nos gusta a hacer”, dice. Y a partir de los principios de la Fotografía, la Mujer y el Territorio; el nombre “Maulina” apareció como el resultante de la unión de estos elementos. Un nombre más neutral y abstracto que derivó en lo que después definieron como comunidad fotográfica.
Hablamos de estos tres tópicos y a partir del primero, la Fotografía, reflexionamos sobre la representación. ¿Hay verdad en las imágenes? les digo, y es la licenciada en Estética y Magíster en Historia del Arte, Constanza Avello, la que responde. Es uno de los temas que no le gusta, para nada, esquivar. “La verdad en las imágenes es un debate que se da por superado en el mundo académico y yo no estoy de acuerdo. Masivamente la gente sigue queriendo encontrar verdad en las imágenes cuando lo cierto es que las imágenes son una construcción simbólica, son ficción. Aun cuando hagas fotografía documental, igual hay un aparato fotográfico y una mirada subjetiva mediante. La única verdad que vamos a encontrar será una verdad autoral” dice; mientras todas asienten. “Yo también juraba que la fotografía era un reflejo de la realidad”, agrega Constanza, concentrada en su propia reflexión.
¿Por qué se declaran feministas? pregunto, a propósito de su segundo tópico, la Mujer o más bien, el género. “Feministas porque somos una comunidad de fotógrafas; tratamos de vincularnos con colectivas feministas y autoras mujeres o disidentes y nuestro trabajo está enfocado en fomentar la visibilización y difusión del trabajo femenino”, dice Marcela Valdés y agrega, “finalmente nuestras prácticas en el trabajo interno y externo promueven temas como equidad, igualdad, responsabilidad, sororidad, que son conceptos de movimientos feministas”.
Y del Territorio, una de las claves fundamentales de su accionar, también tienen mucho que decir. “Nos vinculamos con el territorio- dice Marcela- porque es donde estamos y donde nacimos; donde crecimos. El lugar que nos fue nutriendo tanto en la construcción cultural y visual”; explica. Y apunta que esos componentes son los que les ayudan a abordar ciertos temas con más fundamento. “Tenemos una experiencia empírica sobre el territorio, sus paisajes, su gente y eso nos ayuda como base desde donde partir. Y sobre todo como una forma de fortalecer la disciplina en el territorio. El motor debe ser trabajar sobre el territorio en el que estamos”. Este colectivo nace de mujeres que habitan este territorio, “y el habitar nos da la propiedad de contar relatos más o menos honestos de la experiencia de vivir aquí a través de la fotografía como un lenguaje visual” acota Constanza Avello.
Una provincia al Sur del Mundo
“Estamos en una provincia al sur del mundo tratando de hacer arte” dicen las maulinas. Mujeres sorteando espacios masculinos y patriarcales, afirman, donde hay poca participación femenina y, por ende, poco diálogo. Estoy de acuerdo con ellas. Les creo. Les pregunto si la fotografía es más parecida a una pasión o a un oficio. “Más que profesión o pasión, es un oficio”, responde Avello. “En el Maule no hay escuela de fotografía, en regiones casi no existen los espacios formales y es un oficio que casi todos podemos ejercer, pero, excede la pasión, porque la fotografía exige mucha reflexión y compromiso social. Debe haber muchos autodidactas, pero hay que pasar de la pasión a tener un compromiso, y es por eso, que pasamos al ámbito del oficio”.
Están muy claras, no titubean. Siguen gestando. Exposiciones, ferias, encuentros. Comparten el crédito de sus avances, y las dificultades que no se reducen solo al ámbito de la representación, sino también de la participación. “La dificultad de compartir miradas para llegar a un trabajo colectivo siendo que somos todas distintas; ha sido muy orgánico y bonito”, explican; compartiendo conmigo esta reflexión gentil. “Develar nuestros propios intereses y conjugar nuestras miradas en un mismo objetivo… sostener un grupo, gestionarlo, hacer proyectos; es tan difícil, que la fortaleza que hemos encontrado acá, nos hace aportar a cada una desde lo suyo, y eso nos ha mantenido en el tiempo”.