Sinergia vital en la precordillera maulina
Conectada con las tierras rojas de Los Treiles, la serie de Tania Ramírez es una reflexión a partir de su experiencia como mensajera de un encuentro ritual entre mujeres, donde confluye la ñuke mapu, Krishna y diversas cosmovisiones en el Santuario de Treng Treng Govardhan.
Pensando el territorio, la fertilidad y el ciclo de la vida, la autora es parte identitaria de lo que fotografía, devolviendo de este modo un imaginario que resulta de un viaje primigenio por Latinoamérica donde descubre una nueva visión de mundo que asienta en el territorio Maulino.
Matriz, es una serie vertical, tótem de vinculación entre lo de arriba y lo de abajo, encuadre que aúna y contiene como el útero y las vasijas del proceso de widün (forma tradicional de hacer alfarería mapuche). Es una mirada gentil que celebra el agua, los arrayanes, quillayes y maquis que abundan en este territorio abrazado por el Descabezado Grande, la Laguna del Maule, el Valle de los Cóndores y el Río Claro en la Zona de Radal Siete Tazas.
Curatoría y texto por Constanza Avello
La fotografía como un viaje espiritual al interior.
La fotografía es un enlace, una herramienta que nos permite capturar el aquí de lo que somos por dentro, así mostramos el mundo. No me llama la ciudad, fotografío lo que me gusta, amo y me inspira… la ternura, esa humanidad siendo bondadosa en el gesto, cuidado de la tierra, eso es lo que me llama. Siento que la fotografía es lo que yo cultivo dentro de mí. ¡Gracias!
Nació en Santiago y toda su vida estuvo vinculada al Maule. Su familia es de Talca y es por estas tierras donde pasaba sus veranos desde pequeña. El pasar tiempo en el bosque, la montaña, ir a lugares más abiertos junto a ríos y aguas fluyendo, la fue vinculando profundamente a los espacios naturales, por lo que siempre ha sido algo importante en su vida y en sus fotografías, en donde la mayoría de sus capturas son con luz natural. Ahora este lugar familiar es su nuevo hogar.
Su faceta más artística viene de su padre, que entre otros rubros, es trompetista y artesano. Su acercamiento a la cámara vino más tarde, cuando estudió Cine y Televisión en la Universidad de Chile y comenzó a vincularse con la imagen desde otra perspectiva.
Un hito importante en Tania, fue el documental experimental Koyaanisquatsi, una sinfonía de imágenes que muestra escenas de la naturaleza, la presencia humana y su impacto en el mundo natural. Esta película marcó su forma en cómo se enfrentaría a la vida y a la creación artística. “Fui abriendo los ojos respecto a la imagen y la creación y me guié más por lo documental, siempre como observadora de las cosas que pasaban”.
Al momento de ejercer, Tania trabajó de asistente de cámara, iluminación y montajista, pero buscaba algo más, algo nuevo, fue así como decidió moverse a explorar otros territorios, emprendió entonces, un viaje por latinoamérica durante todo un año (2017), donde se acercó a culturas indígenas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y conectó con la Familia Arcoiris enlazando a ecoaldeas, asentamientos sustentables y conociendo la permacultura.
Regresa a Chile con otra visión de mundo, una nueva forma de apreciar la vida y el tejido humano, lo cual la lleva a ser guardiana de Casa Putraintü en Putaendo, siendo parte hasta hoy de la Caravana por la Paz y la Restauración de la Madre Tierra, una comunidad donde la espiritualidad, el amor y el respeto por la vida están al centro.
Buscando la simpleza de las cosas, es como llega a reconectarse con la fotografía, esa exploración más en solitario y desde su admiración por la imagen, la contemplación, desde sus propios ritmos y silencios.
Al principio solo eran fotos de la vida elemental en su ambiente puro, evitaba a los humanos, pero luego fue de a poco haciendo simbiosis con la naturaleza. Siempre desde una conexión muy respetuosa con el entorno, no irrumpiendo sobre él.
Le mueve fotografiar lo ancestral, las raíces, la tribu femenina, la naturaleza y lo que la conecte a ella. En Tania hay una fuerte influencia de sus viajes por comunidades indígenas de latinoamérica, y su propio camino a la espiritualidad.
A Maulina llegó en el 2022 donde encontró una comunidad abierta al diálogo desde una mirada reflexiva de la realidad y los procesos creativos.