Retratos de mujeres comunes
Durante la cuarentena las cifras de femicidio aumentaron un 42% respecto del año anterior. Anónimas es una serie de retratos realizados en este contexto como gesto de protesta y comunión con aquellas mujeres que desde la intimidad impactan significativamente en una sociedad que, sin embargo, las vulnera hasta la muerte. Son mujeres con un nombre y que pertenecen a un círculo que conoce sus rasgos a lo largo de los años, surcos de risa y dolor que modelan un rostro único, pero vueltas apenas un número por la inercia estatal sin políticas públicas efectivas de protección. Anónimas, es darnos rostro. Solo el tiempo en convivencia permite a quién mira, percibir el gesto único del repetido, el que permanece del que transita.
Texto por Constanza Avello.
Desde la creación de narrativas y la reflexión de la fotografía.
La trayectoria de la fotografía chilena está marcada por la asociatividad. Si nuestra disciplina ha salido adelante para configurar una escena nacional, es porque por atrás, ha existido un trabajo a pulso de los y las fotógrafas en colectividad. Me inspira ese compromiso con la fotografía, aportar desde el espacio colectivo con pensamiento y reflexión sobre nuestro qué hacer. Maulina es un espacio desde donde he podido desarrollar un rol de mediadora para compartir y dialogar sobre diversos saberes a través de la fotografía.
Hace más de una década Constanza está radicada en el Maule, proveniente de Santiago. Desde pequeña recuerda viajar por la carretera austral sacando fotos, era la que digitalizaba las diapositivas de su papá para luego verlas proyectadas en los muros junto a la familia. Ahí nace su primera inquietud: “Mi primera cámara la tuve a los 14 y siempre anduve tomando fotos” recuerda".
Estudió Estética en la Universidad Católica donde aprendió a entender la fotografía como un lenguaje y una filosofía. Antes de eso sacó un Bachillerato, y aunque su primera motivación era estudiar Periodismo, su quehacer profesional a través de la fotografía siempre ha tenido esa impronta por contar historias que inviten a la reflexión.
En la escuela donde estudió fotografía aprendió un lenguaje técnico que no la hacía vibrar, pero el lado reflexivo y crítico de la imagen como agente de cambio social, la llevó a comprometerse y amar con todo esta disciplina.
Luego vendría su paso por el Centro Cultural de Lo Barnechea en donde publicó dos libros que la marcarían, uno sobre los arrieros, en donde pasó dos semanas subiendo a la montaña, haciendo fotos y entrevistas; y luego vendría “Nuestras voces, nuestras historia”, un libro enfocado en el folclor y la cultura oral. “Hacer este trabajo documental y de rescate patrimonial para mí fue maravilloso. Entre esto y la estética descubrí lo mío”.
Otro hito que la marcó fue su paso por el Instituto Arcos, allí realizó talleres de escritura crítica y participó de importantes espacios con reconocidos fotógrafos y fotógrafas nacionales que marcaron profundamente su trayectoria profesional.
Fotografíar no es lo único que mueve a Conti. Desde que descubrió que la cámara no era una máquina inocente y tenía un poder social, nunca más su vinculación llegó a ser la misma. Constanza va por abordar este arte desde la educación para difundir la fotografía como un lenguaje que construye discursos. Su creación artística en tanto va por desarrollar una narrativa que permite expresar una mirada autoral. En el Maule ha trabajado como independiente en los festivales Foto Maule y Valija de Luz.
En la actualidad Conti se acaba de titular como Magíster en Historia del Arte, ejerce como fotógrafa para diversas empresas de la región, le apasiona escribir, practicar en el retrato y sigue a full con Maulina difundiendo su oficio desde lo colectivo.